A veces las cosas más sencillas pueden ser las más sorprendentes. Admiro la sencillez, sobre todo, en las personas; es una gran virtud.
Algo parecido me pasa con la cocina, muchos de los platos más ricos de mis libros de recetas son los más sencillos. Es el caso de este pastel que hoy os presento. La mezcla de la naranja con el chocolate le hacen diferente al resto de bizcochos. Su textura es un poco más húmeda y el sabor más fuerte de lo normal, pero aún así, aún siendo tan simple y tan diferente a la vez, os aseguro que es uno de los favoritos del peque de la casa, y cada vez que lo hago se lo tengo que esconder porque si lo ve, no come otra cosa.
Algo parecido me pasa con la cocina, muchos de los platos más ricos de mis libros de recetas son los más sencillos. Es el caso de este pastel que hoy os presento. La mezcla de la naranja con el chocolate le hacen diferente al resto de bizcochos. Su textura es un poco más húmeda y el sabor más fuerte de lo normal, pero aún así, aún siendo tan simple y tan diferente a la vez, os aseguro que es uno de los favoritos del peque de la casa, y cada vez que lo hago se lo tengo que esconder porque si lo ve, no come otra cosa.
Aguanta bastantes días sin ponerse duro, lo importante es mantenerlo bien tapado para que no coja aire. Si queréis que os aguante, el aliado perfecto es el papel de aluminio. Bien envuelto garantiza la frescura durante 3 ó 4 días como si fuese recién hecho.
Ingredientes
1 naranja entera
250 grs de azúcar
2 yemas
1 huevo entero
100 ml de aceite
1 yogurt natural
220 grs de harina
1 sobre de levadura
Chips de chocolate (al gusto)
Precalentar el horno a 180º.
Bate el azúcar, la naranja troceada y los huevos. A continuación, añade el resto de ingredientes excepto la harina y la levadura. Bate durante unos segundos.
Seguidamente incorpora la harina y la levadura más una pizca de sal y sigue batiendo hasta que estén todos los ingredientes bien mezclados.
Engrasa un molde con mantequilla y espolvorea con harina. Vierte la mezcla, añade los chips de chocolate y repártelos por la masa y espolvorea con azúcar avainillada para que se forme una costra e introdúcelo en el horno a 180º durante 30 minutos aproximadamente. Antes de sacarlo del horno, pínchalo para ver si está bien cocido.
Déjalo enfriar antes de desmoldarlo y sírvelo frío.
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