Una auténtica delicatessen.

Encontré una receta muy similar en un libro de cocina francesa y le he querido dar mi toque personal, el queso de cabra, que como ya os he comentado, lo uso para casi todo.

Es una excelente manera de comenzar una comida. Muy buena para una ocasión especial. Llama la atención la mezcla de colores, es un plato muy vistoso para un gran menú. Puede ser la antesala a un buen plato principal, con el que además de la vista llegarás al estómago de tus invitados, garantizado.

Hoy es una de esas ocasiones especiales; es el cumpleaños mi amigo Donis. Muchas felicidades. Quiero dedicarte esta receta. Es para tí y, aunque no sea muy light, es una delicia. Así que sáltate la dieta y disfrútala!

Ingredientes
2 peras Conferencia grandes
1/2 taza de nueces
50 grs. de rúcula
50 grs. de mezcla de lechugas: hoja de roble y rizada
Queso de cabra y/o lomo en tiras
60 grs. de mantequilla
3 cucharadas de vinagre
1 cucharada de azúcar moreno

En una sartén, echar la mantequilla, el vinagre y el azúcar a fuego medio. Agregar las peras (partidas en cuartos y sin corazón) y las nueces y saltear durante 4 minutos o hasta que se ablanden las peras.

Poner la rúcula en una fuente y colocar encima las peras y las nueces. Aliñar con el jugo de la sartén y añadir el queso de cabra en rodajas o el lomo en tiritas.

Servir inmediatamente.

El truco reside en no dejar hacer demasido el caramelo, porque de lo contrario se pegará al plato y no se podrá disfrutar de él.