Tengo un gran problema.... Si ya lo dice mi madre, "que te pierdes" y es que es verdad, el chocolate, en todas sus versiones, me pierde. Y no sabéis bien de qué manera....
Por eso, cuando vi esta receta y además en tamaño familiar no me pude resistir. Tuvimos bizcocho unos días, pero no tantos como debería, ya sabéis que en mi casa los bizcochos vuelan. Yo creo que una familia de duendes han ocupado mi casa y atacan mi nevera por las noches, porque no es normal lo rápido que se terminan todas estas cosas....
Bueno, a lo que vamos; la receta de este bizcocho es para uno de tamaño familiar, así que si queréis hacerlo más pequeño, reducir los ingredientes a la mitad y listo
Ingredientes
500 ml de agua
660 gr de azúcar extrafino
250 gr de mantequilla troceada
35 gr de cacao en polvo
1 cucharadita de bicarbonato
450 gr de harina
1 sobre de levadura
4 huevos ligeramente batidos
Precalentar el horno a 180º. Engrasar una fuente honda para horno. Forrar el fondo con papel de hornear.
En una cazuela, mezclar el agua, el azúcar y la mantequilla con el cacao y el bicarbonato tamizados juntos. Remover al fuego sin dejar que hierva, hasta que se disuelva bien el azúcar. Llevar a ebullición y después bajar el fuego; dejar la cazuela a fuego lento, destapada, alrededor de 5 minutos. Pasar la mezcla a un cuenco grande y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Añadir al cuenco con la mezcla ya fría, la harina, la levadura y los huevos; batir con las varillas eléctricas hasta que la masa quede lisa y de color más pálido. Verterla en la fuente previamente preparada.
Hornear durante unos 50 minutos. Pasado ese tiempo pinchar con un palillo y si sale limpio ya está listo. Dejar reposar el bizcocho 10 minutos y luego desmoldarlo sobre una rejilla metálica; darle la vuelta para enfriar.