Torrijas de natillas

Ya os decía en la entrada anterior que venía cargadita de cosas ricas, no? Pues aquí está el fin de ese pan de torrijas casero. Torrijas de natillas.

Con ganas, desde el año pasado que vi la receta, estaba yo de hacer unas de estas. Tenía la receta en pendientes y no encontraba el momento perfecto para hacerlas, hasta ayer. Y, tengo que decir, que aunque un poco secas, están deliciosas. Supongo que no quedan tan jugosas como las de leche ya que el pan es bastante compacto y las natillas espesas y si juntamos estas dos cosas.... El pan no llega a empaparse del todo. Pero vamos, que el sabor es único. Y si queréis que queden balnditas y jugosas, las hacéis con una barra de pan normal y listo!

Las torrijas de leche, no es que me apasionen. Incongruencias de la vida... Me gusta mucho un buen tazón de leche migada (anda que no he comido yo de pequeña por las noches mis buenos perolos de leche), pero la rebanada de pan mojada en leche y luego frita... No, no termino yo de encontrarle el gusto. Por eso estas torrijas me han gustado tanto... Quedan duras y no llevan huevo.

Venga, ya no me enrollo más. Para l@s ansios@s... aquí os dejo la receta

Ingredientes

1 barra de pan para torrijas (receta aquí)

1 sobre de preparado para natillas (yo Potax)

1 litro de leche

6 cucharadas de azúcar

Harina

Aceite de oliva

Hacemos el preparado de natillas según las instrucciones. Cuando esté listo y aún caliente echamos en un bol grande. Vamos metiendo en el bol las rebanadas de pan y las dejamos unos minutos para que empapen (yo las dejé 30 minutos). Colar las natillas. 

Escurrimos las torrijas y las pasamos por harina.

Freír en abundante aceite caliente hasta que estén doradas. Escurrir el exceso de aceite en papel absorbente.

Servir las torrijas con un buen chorro de natillas.

Bon appetit

Fuente: Eva Arguiñano