El representante "oficial" de morcillas en mi casa es mi cuñado Chuso. Es el que nos surte de ellas, pues nos las trae de Villada, un pueblo de Palencia, famoso por sus morcillas, entre otras cosas.
Esta morcilla es muy característica, pues aunque viene en tripa, es como una especie de pasta, no es compacta como las morcillas que yo estaba acostumbrada a ver en la carnicería. Por lo que al cocinarla no hay que deshacerla.
La verdad es que a mi, la morcilla en cualquiera de sus versiones, no me gusta nada de nada, así que no puedo deciros como está, pero parece que a los que la comen si que les gusta. Algunos opinan que un poco dulce para su gusto, pero que queda muy rica.
Desde luego se ve muy jugosa, al menos esa es la apariencia que tiene...
Esta morcilla es muy característica, pues aunque viene en tripa, es como una especie de pasta, no es compacta como las morcillas que yo estaba acostumbrada a ver en la carnicería. Por lo que al cocinarla no hay que deshacerla.
La verdad es que a mi, la morcilla en cualquiera de sus versiones, no me gusta nada de nada, así que no puedo deciros como está, pero parece que a los que la comen si que les gusta. Algunos opinan que un poco dulce para su gusto, pero que queda muy rica.
Desde luego se ve muy jugosa, al menos esa es la apariencia que tiene...
Ingredientes
2 láminas de masa de empanadas La Cocinera
1 morcilla de cebolla
2 peras
Piñones
Quitar la tripa a la morcilla y rehogarla en un poco de aceite.
Pelar las peras y cortarlas en cuadraditos. Cuando esté rehogada la morcilla añadimos la pera y los piñones y rehogamos unos minutos más. Reservamos.
Precalentamos el horno a 200º.
Extendemos una de las masas de empanada y echamos la morcilla sobre ella. La repartimos bien y tapamos con la otra lámina. Sellamos bien los bordes, pinchamos con un tenedor y pincelamos con huevo batido.
Metemos al horno unos 15 minutos o hasta que la masa adquiera un tono dorado. Vigilad que no se queme.
Sacar del horno y dejar enfriar.
Buen provecho!!!!