¿Os acordáis que por el cumpleaños de Miguel os hablé de unas tapas muy especiales que habíamos preparado para la merienda? Bien. Pues aquí está. Por fín....
La tenía en borradores desde marzo y no le había dado salida. Ahora que se aproximan las navidades, la he rescatado porque me parece un entrante muy alegre y sano. Un poco laborioso, pero merece mucho la pena el resultado.
Podéis variar el caviar de tomate según vuestros gustos. Nosotros preparamos un zumo de tomate que aliñamos con tasbasco, salsa perrins y sal. Se puede preparar un Bloody Mary, o aderezar el zumo con vuestras salsas y aliños favoritos. Como más os guste.
¿Os animáis a prepararlo y contarme vuestras recetas? Os espero...
Dedicada, especialmente, a mi hermana Nuria y a mi cuñado Jose por su disponibilidad e inestimable ayuda en la elaboración de esta receta. Gracias chicos!!!
Ingredientes
500 ml zumo de tomate (aliñado al gusto)
5 grs de agar-agar
Anchoas en aceite
Perejil picado
Se necesitará además:
Agua fría
Hielo
Aceite
Barreño
Bol
Jeringuilla
Llevamos a ebullición el zumo de tomate con el agar-agar, removiendo constantemente para que se dehaga el agar-agar, no queden grumos y evitar que se pegue al fondo. Dejar enfriar unos minutos.
Preparamos un barreño con agua fría y hielo, y dentro de él ponemos un bol con aceite.
Llenamos una jeringuilla con el preparado de tomate y vamos haciendo gotitas. Las echaremos sobre el aceite a la vez que vamos removiendo el bol en círculos para evitar que se peguen las gotitas de tomate.
Las vamos retirando y reservamos para usarlas como más nos guste.
Nosotros preparamos unas cucharitas de caviar con anchoa espolvoreadas de perejil picado. Una auténtica delicia.