Llegó el verano y con él sabores frescos para acomodarnos al calor. Yo he sacado la heladera y ya he empezado a darle caña. Nuevos sabores para estos meses de verano, que espero no defrauden a nadie. Por lo menos en casa, los están acogiendo con los brazos abiertos y no sobra nada de un día para otro. Así que a este ritmo, me dará tiempo a preparar unos cuantos.
Este de dulce de leche ha triunfado. Ha quedado delicioso y muy, muy cremoso. No empalaga en demasía, lo que le hace una buena opción como postre en una comida, o como acompañamiento a la merienda.
Ingredientes
300 ml de leche
250 ml de nata
300 gr de dulce de leche
Calentar la nata con la leche y deshacer en ellas el dulce de leche. Mezclar bien todos los ingredientes. Yo usé la batidora para asegurarme de que quedaba todo bien integrado. Dejar enfriar completamente y cuando esté frío meter en el frigorífico unas horas.
Echar la mezcla en la cubeta de la heladera y dejar hasta que adquiera la consistencia deseada. Yo lo tuve unos 40 minutos más o menos.
Pasamos la mezcla a otro recipiente y metemos en el congelador hasta el momento de servir. (Al ser muy cremoso no endurece demasiado, por lo que no es necesario sacarlo unos minutos antes de servirlo).
Servir como más os guste.