Sí, yo también he sucumbido ante ella.....
Una de las cosas que más me gusta beber es la cerveza negra.
Si, y cuanto más negra mejor. Lo que ocurre es que no suelo tomarla muy a
menudo por las consecuencias que pueda tener…
Bien fresquita, acompañada de un snack cualquiera… Hay mejor manera de
tomarla que esa?
Pues sí!!! La hay. Y de manera impensable para mí hasta hace
un tiempo. En forma de tarta. Sí, esa!!! La famosa tarta Guinnes.
La verdad es que al principio era un poco reacia a probarla,
no estaba yo muy convencida de que fuera a resultar. Pero todos los comentarios
que hay sobre esta tarta son buenos. No hacen más que ensalzarla, que si tiene
una jugosidad y un sabor espectaculares, que si la mezcla con la crema de queso
que la corona la hacen irresistible, que si… que si… Total, que al final me
decidí a comprobarlo por mí misma y….bendito el momento!!!
Compré una Guinnes…bueno en realidad dos, una para que
empapara el bizcocho y la otra para empaparme yo misma!!! Si es que no tengo
ninguna fuerza de voluntad… Bueno, a lo que vamos, que me desvío del tema…
Me puse a ello y tengo que deciros que todas las cosas que
oigáis o leáis sobre esta tarta son ciertas. Lo primero es que NO sabe a
cerveza. Lo segundo es que ensalza el sabor del chocolate. Tercero, es el
bizcocho más jugoso que he comido nunca. Cuarto, es indispensable acompañarla de
la crema de queso, pues eso la hace aún más irresistible. Quinto…..TODO,
absolutamente todo lo que os cuenten de esta tarta es poco!!!! De verdad. Y la
mejor manera de comprobarlo es haciéndola.
Yo, de momento, os dejo la receta y las fotos de mi tarta a
ver si os animáis. Eso sí, os pido que si la hacéis no me culpéis de esos kilitos
que se van a asentar en vuestros cuerpos porque cuando empecéis a comerla no
podréis parar!!!
Ingredientes
250 ml de cerveza negra Guinnes
250 grs de mantequilla
75 gr de cacao en polvo (Valor)
400 grs de azúcar
140 ml de nata líquida para montar
2 huevos
1 cucharadita de vainilla (Home Chef)
250 grs de harina para repostería
2,5 cucharaditas de bicarbonato
En una olla ponemos a calentar la cerveza a fuego medio, sin
que legue a hervir. Cuando esté caliente añadimos la mantequilla cortada en
trozos y lo movemos hasta que la mantequilla se derrita completamente.
Retiramos del fuego y reservamos.
En un bol ponemos le cacao, el azúcar, la harina y el
bicarbonato y lo mezclamos todo bien hasta que nos queden todos los
ingredientes bien integrados y el color sea uniforme.
En otro bol mezclamos la nata, los huevos y la vainilla
hasta que consigamos una mezcla uniforme. Añadimos la cerveza que se habrá
enfriado ligeramente y mezclamos hasta integrar todo bien. Vamos incorporando
esta mezcla poco a poco a los ingredientes secos y batimos hasta conseguir una
mezcla fina y sin grumos. Ojo, quedará muy líquida, pero es así.
Echamos en un molde engrasado y metemos al horno a 180º
durante unos 50 minutos o hasta que al pinchar con un palito salga limpio.
Pasado el tiempo, sacamos y dejamos enfriar en el molde
antes de desmoldar.
Para el frosting
300 grs de queso en crema tipo Philadelphia
150 grs de azúcar glas
360 ml de nata líquida para montar
Mezclamos el queso y el azúcar y batimos con las varillas
eléctricas hasta obtener una crema suave.
Montamos la nata y la vamos añadiendo poco a poco a la
mezcla de queso y mezclamos con movimientos envolventes hasta que estén bien
integradas ambas. El resultado, una crema untuosa con la que cubriremos la
tarta una vez la hayamos desmoldado.
Fuente: Food and Cook
4 comentarios
hummmmmmmmmm que delicia
ResponderEliminarEs uno de mis pasteles favoritos. Súper chocolatoso, tierno y jugoso, una maravilla. Y el tuyo tiene una pintaza increíble ^^
ResponderEliminarUn besote!
Me pasó igual, no pensé que estaria tan buena... y ahora es mi tarta preferida!! Te ha quedado estupenda. Bs.
ResponderEliminarJulia.
Que buena, ese bizcocho tiene una pinta genial, uno de los que más me gustan. un beso
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