Primera receta del año. Día de Reyes. Mañana de nervios y de ilusión..... El día que más pronto nos levantamos de todo el año y que a nadie parece importarle. Y es que levantarse por la mañana, y ver el salón lleno de regalos es algo que en mi casa siempre se ha vivido con mucha ilusión. Ese brillo en los ojos antes de empezar abrir los regalos, esa emoción y esos nervios controlados.... son la mejor parte del día.
Para mi siempre ha sido un día muy especial, pero desde que soy madre, lo vivo con una intensidad de la que no he sido consciente en mis años sin niños en casa. Prepararnos para este día; comprar los regalos; envolver los de última hora; preparar el avituallamiento para Sus Majestades y sus camellos... e irte a la cama sabiendo que tu vas a estar casi mas nerviosa que ellos cuando empiecen a abrir sus regalos!!!! Se despierta en mi la niña que llevo dentro y vuelvo a mi niñez.... a esos pasos tímidos hacia el salón, con el miedo (y la inocencia) de pensar que aun podían estar los Reyes en casa poniendo los regalos... Y esa sensación se la debo a ellos... mis enanos, así que solo puedo decirles..... gracias por hacerme volver a sentir como una niña.
También es un día especial porque hoy hace 38 años, los Reyes me dejaron el mejor regalo del mundo.... mi hermana. Si, no había otro día!!! Y la pobre lo ha "sufrido" año tras año... Que si se olvidan de felicitarla, que si como es Reyes ya tienes regalos.... y el de cumpleaños a veces no llega... Pero este año, es doblemente especial para ella porque a parte de cumplir años, lo hace en la mejor compañía.... pues es su primer cumpleaños como mamá. Y es que Daniela la tiene loca... pero como para no estarlo... si nos tiene locos a todos!!!!!
Que yaaaa, que ya voy..... Bueno, el caso es que todo es especial en este mágico día, hasta el olor de casa... Y este año ha ayudado a eso el roscón que he preparado para recibir a Sus Majestades, los Reyes Magos de Oriente. Pero no un roscón tradicional.... bueno sí, pero no de aquí. Este año nos hemos ido al país vecino, a Portugal, y nos hemos traído de allí su Bolo-rei. Dulce tradicional similar a nuestro Roscón de Reyes, pero con la peculiaridad de que va relleno de frutas escarchadas y frutos secos y no es aromatizado con agua de azahar, sino con vino de Oporto. Otra de las características de este dulce, es que ellos lo consumen durante todas las fiestas navideñas, y no solo el Día de Reyes como hacemos nosotros.
Como a mi no me gustan casi nada las frutas escarchadas, lo he rellenado de frutos secos y uvas pasas, y, aunque un poco seco, el sabor no ha defraudado nada. La próxima vez, creo que lo dejaré unos minutos menos en el horno. Aún así... ha quedado muy rico!!!!
Ingredientes
50 gr de pasas (maceradas en Oporto)
100 gr de nueces y piñones picados
2 y 1/2 sobres de levadura seca de panadero
Una cucharadita de azúcar
60 ml de agua templada
500 gr de harina de fuerza
1 y 1/2 cucharadita de sal
100 gr de mantequilla en pomada
100 gr de azúcar glas
Ralladura de 1 limón
Ralladura de una naranja
3 huevos
3 cucharadas de vino de Oporto
En un cuenco o bol pequeño, echar la levadura y mezclarla con el azúcar y el agua. Remover y dejar reposar 5 minutos.
En un bol grande mezclamos la harina y la sal y hacemos un hoyo en el centro. Echamos la mezcla de la levadura y, con una cuchara de madera dejamos caer la harina de los costados. Mezclamos con el liquido y cubrimos con un paño. Dejamos esponjar 20 minutos.
Mientras reposa la masa, vamos batiendo la mantequilla junto con el azúcar glas y las ralladuras, en otro recipiente, hasta que obtengamos una crema ligera y espumosa. Incorporamos los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada incorporación. Añadimos el Oporto y batimos de nuevo (solo lo justo para mezclarlo). Echamos esta mezcla en el hoyo de la mezcla anterior y mezclamos con la harina de los costados.
Volcamos la masa en una superficie enharinada y amasamos durante unos 10 minutos hasta que obtengamos una masa homogénea, elástica y tersa. Añadimos las pasas (bien escurridas) y los frutos secos y volvemos a amasar hasta que quede todo bien integrado. Colocamos la masa en un recipiente limpio y tapamos. Dejamos levar durante unas 2 horas o hasta que doble su volumen.
Desgasificamos la masa y dejamos reposar otros 10 minutos. Damos a la masa forma de rosca. Tapamos con un paño y dejamos levar 1 hora aproximadamente o hasta que duplique su tamaño.
Pincelamos con huevo batido, decoramos con frutos secos y azúcar humedecido y metemos al horno precalentado a 180º durante unos 35 minutos (yo lo dejé 40 y ha quedado un pelín seco), pero no olvidéis que cada horno es un mundo... Dejar enfriar sobre una rejilla antes de consumirlo.
Espero que SSMM hayan sido generosos con todos vosotros. Feliz Día de Reyes!!!!
1 comentarios
¿Te ha sobrado algún trocito?.
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