Tres años. Y echo la vista atrás y parece que fue ayer cuando Miguel decidió llegar a este mundo con más de tres semanas de adelanto. Sí, ya tenía claro desde el principio lo que quería!!!!

Igual que la tarta para su cumpleaños. Fue ver el dibujo del piratilla y ya no había más opciones. Así que me puse manos a la obra. Busqué el piratilla en cuestión y di con la página del diseño original Pata de Pirata. Copyright, normal…para eso son diseños propios.

Como no me gusta coger nada sin permiso, me puse en contacto con ellos vía email para pedirles su autorización para imprimir el dibujo y poder hacerlo en fondant para la tarta del enano. Me contestaron muy rápido, y, aquí es donde viene la nota curiosa de esta historia que os cuento…

El capitán Pata de Pirata me autorizó a utilizar al “Grumetillo Miguel” para la tarta de…… Espera… ¿le dije yo el nombre del enano en el mail que le envié? Lo revisé y…no, yo no se lo había dicho en ningún momento. Os podéis imaginar mi cara de sorpresa cuando comprobé que efectivamente el niño del dibujo y mi hijo se llaman igual. Rápidamente le contesté para darle las gracias y comentarle este “pequeño” detalle. Casualidad….el destino?

Una vez más, agradecer la disponibilidad, atención y rapidez en sus respuestas. Y por supuesto, no puedo dejar de recomendaros que paséis por su página porque os asombraréis de las maravillas que tienen y diseñan. Enhorabuena por vuestro trabajo, Capitán!!




Y vamos con la tarta. La base es el bizcocho de natillas que tan buenos resultados me da siempre. El relleno, una mousse de dulce de leche.






Ingredientes.
Para el bizcocho
4 huevos
200 gr de azúcar
200 gr de natillas
150 gr de aceite de girasol
200 gr de harina
15 gr de levadura en polvo
Dos cucharadas de jarabe de arce
100 ml de agua


Precalentamos el horno a 180º.
Batimos los huevos con el azúcar durante 5 minutos. Es importante batirlos bien para que se monten y esponjen. Pasado el tiempo, añadimos las natillas y el aceite y batimos de nuevo. Lo justo para que se mezcle. No batáis en exceso pues se bajarán los huevos.

Incorporamos la harina con la levadura tamizadas y las mezclamos con movimientos envolventes con ayuda de una espátula.

Vertemos la mezcla en un molde engrasado y metemos en el horno a 170º durante 40 minutos más o menos.
Preparamos el almíbar. Calentamos le agua y añadimos el jarabe de arce. Mezclamos bien y reservamos.



Para la mousse de dulce de leche
350 gr de dulce de leche
500 ml de nata para montar (35% MG)
4 hojas de gelatina


Lo primero de todo es enfriar bien la nata. Meterla en el frigorífico el día antes de preparar la mousse para aseguraros.

Hidratar las hojas de gelatina, durante 10 minutos, en agua fría.

Templar el dulce de leche. No dejéis de vigilarlo para que no se queme. Una vez templado, incorporar la gelatina. Mezclamos bien para que no se formen grumos y dejar enfriar por completo.

Mientras tanto, montar la nata con ayuda de unas varillas. Con cuidado no se os corte o se cortará y se hará mantequilla!!

Una vez montada la nata, añadimos el dulce de leche y mezclamos bien con movimientos envolventes, con ayuda de una espátula. Metemos en el frigorífico.



Para la cobertura de la tarta
Dulce de leche al gusto



Montaje de la tarta.

Cortamos el bizcocho en tres discos. Almibaramos con la mezcla de jarabe de arce y agua que tenemos reservada. Cubrimos el primer bizcocho con la mitad de la mousse. Ponemos encima el otro disco y untamos el resto de la mousse. Tapamos con el tercer disco de bizcocho y cubrimos toda la tarta con dulce de leche.

Meter en el frigorífico durante unas horas, o mejor de un día para otro para que coja cuerpo y podamos cubrirla con el fondant.

Decorar y disfrutar de ella.