Ingredientes

Ingredientes

Este mes me lo han puesto difícil en el Reto Alfabeto Dulce y es que el jengibre lo he usado en galletas, pero ahora no es el momento de hacer más galletas de las que llevo por semana, así que lo mejor que podía hacer era algo para acompañarlas.

Italia.... Un país que me encanta por muchas cosas, pero sobre todo por su comida. Me apasiona la comida italiana, no puedo evitarlo. Pero no me he decantado por la pasta ni por las pizzas, aunque no sólo de eso se alimentan los italianos.... No, esta vez me he decidido por un dulce, un dulce muy apropiado para la época del año en la que nos encontramos. El helado. Sacado de un libro de recetas italianas (del que no recuerdo el nombre porque sólo tenía la fotocopia de la receta) desde luego ha sido todo un acierto aún no habiendo respetado la receta original.

Este helado es  muy popular en toda Italia. Tiene su origen en la Sicilia árabe, donde lo aromatizaban con agua de rosas, canela o jengibre. Yo lo he aromatizado con canela en rama y espolvoreado con canela en polvo, versionando el original y haciéndolo un poco más nuestro. No tengo palabras para describir el sabor de este exquisito y cremoso dulce...así que tendréis que probarlo vosotros mismos!!!

Venga, que aún quedan unas semanas para terminar el verano. Vamos a darnos otro capricho con este heladito casero...





Ingredientes
125 grs de arroz
600 ml de leche
1 palito de canela
175 grs de azúcar glas
250 grs de mascarpone
300 ml de leche



Poner el arroz , la leche y el palito de canela, cortada a lo largo por la mitad, en una cazuela. Calentar hasta que hierva y bajar a fuego lento para que cueza durante media hora. Una vez en su punto, quitar la canela. Añadir el azúcar , remover bien y cubrir con papel film.

Cuando haya enfriado, meter en la nevera al menos una hora.

Mezclar el mascarpone con los 300 ml de leche. Añadir al arroz. Mezclar bien. Echar en la heladera y dejar que se forme el helado durante unos 45 minutos. Echar en un recipiente y meter en el congelador un par de horas.

Si no disponéis de heladera podéis hacerlo de manera tradicional.

Meter en el congelador. A las dos horas, sacar y batir con las varillas. Volver a meter en el congelador durante dos horas más. Sacar de nuevo y volver a batir. Repetir esta operación una vez más. De esta forma, evitaremos que se formen cristales de hielo y el helado adquiera una textura cremosa.

Una hora antes de servirlo, sacar a la nevera para que se ablande un poco.

Bon Appetit.

Precalentar el horno a 175º C. y untamos con mantequilla el molde que vayamos a usar (yo desmoldable) y lo espolvoreamos con una de las cucharadas de azúcar. Reservamos.


Echamos los huevos, los 100 gramos de azúcar, la esencia de vainilla, la harina, la nata, la leche y la pizca de sal en un bol. Batimos hasta conseguir una crema uniforme. Repartimos la fruta por el molde y cubrimos con la crema.