Cómo he disfrutado este mes en el asalto al blog de Juanan. Me ha encantado....tanto que tengo una amplia lista de recetas que haré porque todo tiene una pinta espectacular. Vamos, que me ha cundido bien pasarme por la cocina de Cuuking,¡¡ la he dejado pelaíta!!
Pero para el reto del Asaltablogs me he decidido por un entrante muy curioso, que por supuesto he tuneado... Lo mejor es tomarlas recientes, calentitas y súper crujientes. Podéis tomarlas solas o acompañadas de alguna salsa, la crema agria le viene fenomenal.
300 ml de leche
200 ml agua
30 gr mantequilla
Pero para el reto del Asaltablogs me he decidido por un entrante muy curioso, que por supuesto he tuneado... Lo mejor es tomarlas recientes, calentitas y súper crujientes. Podéis tomarlas solas o acompañadas de alguna salsa, la crema agria le viene fenomenal.
Ingredientes
200 gr polenta300 ml de leche
200 ml agua
30 gr mantequilla
2 cucharadas de queso parmesano rallado
Tomillo y orégano
Extendemos la masa de polenta y queso sobre una bandeja engrasada con aceite. Alisamos con la manos húmedas para evitar que la polenta se nos pegue a las manos y la metemos en la nevera para que se enfríe por completo. Esto facilitará que la podamos cortar sin que se desmenuce.
Una vez esté bien fría la desmoldamos y con un cuchillo bien afilado la vamos cortando a bastones, más o menos regulares.
Tomillo y orégano
Sal
Pimienta
Aceite para freir
Calentamos la leche con el agua, la mantequilla, la sal y las especias en un cazo a fuego medio. Cuando arranque a hervir añadimos la polenta y el queso parmesano poco a poco mientras removemos bien. La mezcla empezará a espesar en unos segundos. Retiramos del fuego y comprobamos que no hayan quedado grumos.
Extendemos la masa de polenta y queso sobre una bandeja engrasada con aceite. Alisamos con la manos húmedas para evitar que la polenta se nos pegue a las manos y la metemos en la nevera para que se enfríe por completo. Esto facilitará que la podamos cortar sin que se desmenuce.
Una vez esté bien fría la desmoldamos y con un cuchillo bien afilado la vamos cortando a bastones, más o menos regulares.
Calentamos el aceite y vamos friendo las barritas hasta que se doren por los cuatro lados. Escurrimos y colocamos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.