Una de las chuches que más me han gustado de siempre son las nubes, ahora muy conocidas popularmente como marhsmallow, pero que yo toda la vida he llamado "jamones" (y no me preguntéis porque....pero es así). El caso es que cuanto mayor te vas haciendo, vas siendo más y más consciente de la cantidad de química que llevan estas cosas, así que he decidido no privarme de ellas y hacerlas en casa.
Como a los peques dela casa también les vuelven locos, pues de esta forma pueden darse el capricho de vez en cuando. Eso sí, controlado, por la cantidad de azúcar que llevan. Son muy fáciles de hacer, así que por eso no os echéis para atrás, y permitiros el lujo de comer chuches caseras sin muchos remordimientos.
Aguantan bien un par de días en un bote hermético....si da tiempo a que las podáis guardar, claro. Son aptas para todos, y sólo necesitaréis tres ingredientes. Vamos a por ello.
Ingredientes
125 ml de agua
2 sobres de gelatina neutra en polvo
125 ml de agua (sí, otros 125 más)
Vainilla (como queráis, en pasta, líquida, en vaina...)
400 gr de azúcar
Azúcar glas
Maicena
Lo primero de todo es poner a hidratar la gelatina en 125 ml de agua. La dejamos reposar unos 5 minutos.
Mientras se hidrata, ponemos en un un cazo el resto del agua con el azúcar. Lo llevamos a ebullición y lo retiramos del fuego. Añadimos la gelatina, mezclamos bien y volvemos a llevar al fuego, sin dejar de remover hasta que vuelva a hervir. Retiramos.
Añadimos la vainilla (si elegiste la opción de la vaina, la abres y rascas las semillas que será lo que añadas a la mezcla) y removemos bien para que se mezcle todo por igual. Pasamos a un bol amplio y dejamos templar a temperatura ambiente.
Preparamos un molde, cuadrado o rectangular, untándolo con mantequilla.
Cuando la gelatina empiece a cuajar la batimos con unas varillas eléctricas a máxima velocidad, durante 10 minutos. Veréis que se va transformando en una masa blanca y parecida al merengue que se irá montando. Cuando esté montada, la pasamos al molde, alisamos la superficie.
Mezclamos, a partes iguales, azúcar glas y maicena y espolvoreamos la superficie. La dejamos enfriar por completo (esto levará unas dos o tres horas) antes de cortarlas.
Para cortarlas podéis usar un cuchillo o cortadores de galletas. Espolvorearlos antes con la mezcla de azúcar y maicena para evitar que se pequen las nubes.
Rebozar las nubes en el azúcar y la maicena y guardar en un bote hermético.
Fuente. La receta de la felicidad
Me las llevo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminar¡Ohh! Unas chuches de lo más sanas... Pues sí, yo también las he conocido como jamones y como nubes. ¡Qué ricas, me acuerdo que también las quemábamos y se caramelizaban...! Me encantan las tuyas, ese colorcito tan blanco. ¡Seguro que ya no te quedan, que entre golosas nos vamos conociendo! Besos
ResponderEliminarEstas chuches casera al menos son mas sanas que las que venden...seguro que los niños te las quitan de las manos!!Bs.
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