¿Que no sabéis que preparar para cenar? ¿No queréis complicaros mucho en la cocina y sólo tenéis ganas de preparar un plato contundente? Esta receta es muy sencilla de preparar. Muy recurrente y os sirve como acompañamiento ideal para platos de carne o pescado. A los más pequeños de la casa les encantarán y lo mejor es que podéis prepararlas con ellos.  Bien es sabido que a los niños les encanta embadurnarse las manos y meterse en la cocina. Pues esta receta es idónea para eso. Podéis preparar la masa y a la hora de darle forma a las bolitas, podéis recurrir a ellos. Manos un poco húmedas para que no se les peguen, y a por ellas. Ya veréis cómo disfrutan.
Ingredientes
2 patatas medianas
100 gr de mantequilla
200 gr de queso rallado
Sal y pimienta
Harina
Huevo
Pan rallado

Cocer las patatas en agua con un poco de sal. Cuando estén cocidas dejáis templar un poco antes de pelarlas. Ponerlas en un bol y machacarlas con un tenedor. Incorporar las mantequilla y el queso rallado. Rectificar de sal si fuese necesario y poner un poquito de pimienta (esto es opcional). Mezclar bien hasta obtener una pasta homogénea. Meter la masa en el frigorífico durante un par de horas para que se enfríe por completo.

Pasado el tiempo de refrigeración, nos humedecemos un poco las manos y vamos tomando porciones de la masa. Les damos forma de bolitas y las pasamos por harina, huevo batido y pan rallado.

Las freímos en abundante aceite caliente durante un par de minutos, hasta que se doren. No dejéis que el aceite se caliente en exceso pues esto hará que las bolas se abran.

Colocar sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite y servir calientes.