Uno de los dulces de nuestra gastronomía que más me gustan es la quesada pasiega. Cada vez que viajo al norte una se vuelve con nosotros además de los sobaos pasiegos, claro, que no tienen parangón. El caso es que como no voy todo lo que me gustaría, la solución más rápida ante cualquier momento de ansia es hacerla en casa. Sí, vale que no es lo mismo, pero se parece mucho.
Esta vez, qué casualidad, tenía antojo y no había queso fresco en la nevera, así que la tuneé. El sustituto ha sido el mascarpone que tenía en el frigo a puntito de caducar. Vale, no es lo mismo, pero os aseguro que la textura de esta quesada es absolutamente exquisita. Compacta y muuuy cremosa. Y si no...probadla y me lo contáis. ¡¡Y que me perdonen los pasiegos!!
250 gr de queso Mascarpone
500 gr de leche entera
2 huevos
270 gr de azúcar
Ralladura de un limón
1 cucharadita de canela molida
100 gr de mantequilla pomada
150 gr de harina
Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos un molde con mantequilla.
Mezclamos todos los ingredientes con ayuda de una batidora hasta obtener una mezcla homogénea. Vertemos la mezcla en el molde y metemos al horno calor arriba y abajo, sin ventilador, durante 1 hora más o menos o hasta que esté cuajada (el tiempo va a depender de cada horno).
Dejamos enfriar por completo antes de meter en la nevera. Enfriamos para que se compacte y desmoldamos.
4 comentarios
Tiene un aspecto muy bueno :) yo todo lo que sea queso.. en dulce y en salado me encanta... Además me gusta que sean tartas finitas. Me llevaría un trocito sin dudarlo. Un beso guapetona que pases un buen día!!
ResponderEliminarrecetas de una gatita enamorada
una delicia! te ha quedado genial, un beso!
ResponderEliminarMuy fácil de preparar y delicioso.
ResponderEliminarEs uno de mis dulces favoritos. Menuda textura!
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