Me encanta que las cosas salgan bien. Improvisar y acertar de pleno. Aprovechar las sobras de la nevera y así, en frío y sin pensarlo demasiado, liarla en la cocina. Lo malo viene después. Soy bastante organizada y no me gusta ir dejando tras de mi un rastro de platos y demás cacharros sucios, por lo que soy de las que van limpiando según van usando.... pero, cuando no tengo la receta delante y voy improvisando no voy recogiendo a cada paso que doy, por lo que el desastre final es curioso. Y no hay nada que peor lleve que recoger una cocina llena de trastos sucios.
Voy a quedarme con la parte buena de esta receta. El resultado. Impresionante. Una lasaña vegetal, contundente y muy sabrosa. Eso sí, no creáis que por ser vegetal os va a servir para la dieta, porque el queso no es que ayude mucho, ahora...le da una textura súper cremosa.
Ingredientes
12 láminas de lasaña
1 bote de tomate triturado
1 cebolleta
2 dientes de ajo
1 cucharada de azúcar
Sal
1 tarrina pequeña de queso mascarpone
2 manojos de espinacas
200 gr de setas
Piñones
Pistachos
Queso rallado
Preparamos el tomate. En una sartén con un poco de aceite pochamos la cebolleta bien picadita y el ajo. Cuando esté transparente añadimos el tomate, una cucharada de azúcar y una cucharadita de sal (probar para ver el grado de acidez y corregir de sal si fuese necesario) y dejamos cocer, a fuego lento, durante 30 minutos.
Mientras se hace el tomate, Cocemos al dente, en abundante agua con sal, las láminas de lasaña. Pasado el tiempo de cocción, escurrir y reservar. Para evitar que se peguen entre ellas untarlas con una gota de aceite de oliva.
Lavamos las espinacas y escurrimos. Quitamos los tallos más gruesos y en una sartén con una cucharada de aceite, las rehogamos durante un par de minutos. Reservamos
Rehogamos, también durante un par de minutos, las setas troceadas. Reservamos.
Precalentamos el horno a 200º.
Untamos una fuente, apta para el horno, con un poco de aceite y cubrimos con una cucharada de salsa de tomate. Colocamos una base de láminas de lasaña. Untamos cada lámina con queso mascarpone. Colocamos encima una cama de espinacas y unas setas. Piñones y pistachos y cubrimos con otra lámina de lasaña. Repetimos la misma operación. Colocamos otra lámina de pasta y cubrimos con tomate frito y queso rallado.
Metemos en el horno a 200º durante 15 minutos. Servir caliente.
Se ve deliciosa...
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