Hay dulces a los que no me puedo resistir...de ninguna de las maneras. De hecho... diría que hay momentos en los que 'mataría' por ellos. Es el caso de la Nutella y es que nadie como ella para calmar la ansiedad en momentos clave. A cucharadas si es necesario... ¡¡y que levante la mano el que no lo haya hecho alguna vez!!
Esta vez fui responsable y no metí la cuchara más que las veces que me pedía la receta, (lo de chupar la cuchara luego para dejarla limpita del excedente es otro cantar, pero ya os lo contaré en otro momento).
Estos los hice para llevarlos al trabajo. Tuve una tarde de relax y aproveché para encender el horno. No tardaron en desaparecer, pero es que quedaron tan ricos que a ver quién era la guapa que sólo se conformaba con mirarlos, aunque igual hubiese sido suficiente por lo bonitos que quedaron.... pero no, les dimos buena salida. Vamos, que no sé si hubiesen aguantado más de dos días encima de la mesa.
La receta no es complicada. El bizcocho súper jugoso y la buttercream no pudo salir más cremosa. Un placer para los sentidos. Puro vicio, os lo aseguro. Y un pecado también porque, no os voy a engañar, tienen unas poquitas calorías... casi tantas como para parar un tren, pero en estos casos es mejor no pensarlo y lanzarse a la piscina (aunque no es buen ejemplo si estamos en plena operación bikini).
Bizcocho
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
190 gr de azúcar moreno
3 huevos
180 gr de harina
100 ml de leche
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de pasta de vainilla (yo Home Chef)
4 cucharadas colmadas de Nutella
Buttercream de Nutella
250g de mantequilla a temperatura ambiente
300g de azúcar glas
6 cucharadas de Nutella
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo. Preparamos los moldes con las cápsulas.
Tamizamos la harina y la levadura. Reservamos.
Añadimos la Nutella y volvemos a batir a baja velocidad. Una vez integrada en la masa dejamos de batir y repartimos la mezcla en las cápsulas sin llenarlos más de 2/3 de su capacidad. Yo utilizo una cuchara de servir helado y así echo la misma cantidad en cada uno.
Sacamos los cupcakes del horno, y pasados unos minutos, los colocamos sobre una rejilla hasta que enfríen por completo.
Preparamos la buttercream de Nutella. Para ello tamizamos el azúcar glass para evitar grumos en la mezcla. Añadimos la mantequilla y batimos hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen. Incorporamos la Nutella y seguimos batiendo hasta que se integre completamente.
190 gr de azúcar moreno
3 huevos
180 gr de harina
100 ml de leche
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de pasta de vainilla (yo Home Chef)
4 cucharadas colmadas de Nutella
Buttercream de Nutella
250g de mantequilla a temperatura ambiente
300g de azúcar glas
6 cucharadas de Nutella
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo. Preparamos los moldes con las cápsulas.
Tamizamos la harina y la levadura. Reservamos.
En un bol mezclamos la mantequilla con el azúcar y batimos hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen. Añadimos los huevos de uno en uno (no añadimos el siguiente hasta que el anterior esté completamente integrado).
Bajamos la velocidad de la batidora y, sin dejar de batir, incorporamos la mitad de la harina, la leche y la vainilla. Terminamos con el resto de la harina.
Bajamos la velocidad de la batidora y, sin dejar de batir, incorporamos la mitad de la harina, la leche y la vainilla. Terminamos con el resto de la harina.
Añadimos la Nutella y volvemos a batir a baja velocidad. Una vez integrada en la masa dejamos de batir y repartimos la mezcla en las cápsulas sin llenarlos más de 2/3 de su capacidad. Yo utilizo una cuchara de servir helado y así echo la misma cantidad en cada uno.
Horneamos durante 20 minutos o hasta que al al pinchar con un palillo éste salga limpio.
Sacamos los cupcakes del horno, y pasados unos minutos, los colocamos sobre una rejilla hasta que enfríen por completo.
Preparamos la buttercream de Nutella. Para ello tamizamos el azúcar glass para evitar grumos en la mezcla. Añadimos la mantequilla y batimos hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen. Incorporamos la Nutella y seguimos batiendo hasta que se integre completamente.
Una vez fríos del todo los cupcakes los decoramos con la buttercream. Ponemos la masa en una manga pastelera y decoramos. Yo utilicé la boquilla 1M de Wilton.
Aquí puedes ver otras recetas de cupcakes
* Cupcakes de piña colada
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* Cupcakes de vainilla sin gluten y buttercream de chocolate blanco
* Cupcakes de vainilla y frosting de huesitos
* Cupcakes de regaliz
* Cupcakes de crema de cacahuete y buttercream de chocolate
* Cupcakes de caramelo
Edito. Con estos cupcakes participo en el colaborativo 'Mis 12 mejores recetas del 2016' de Kidsandchic
Fuente: Cupcake creativo
Los suyos son de café con leche, el mío también lleva leche pero más cantidad de café, así que lo he dejado sin apellido sólo con el nombre de pila, Café a secas. Y fácil, muy fácil. Si además lo hacéis con la heladera sólo tardaréis el tiempo que os lleve batir los ingredientes... Mientras leéis la receta yo voy a sacarlo del congelador para que atempere y poder tomar un poco, que ya llevo un par de cafés pero no me vendría un poco más de cafeína extra.
Y una vez más Silikomart ha vuelto a confiar en mi para que pruebe sus moldes de silicona. En este caso me han enviado dos con formas de balones en diferentes formatos. Hoy os presento unos bombones. En unos días veréis el otro... El molde para chocolatinas Choco Goal, una novedad en Silikomart, que te permite darle un aire diferente a los bombones. En casa han triunfado y no es para menos teniendo en cuenta que son futboleros al máximo.
Antes de seguir adelante os diré que no conozco mejores moldes que los de Silikomart para el desmoldado perfecto que siempre buscamos. Que no se quede nada pegado y que, en este caso, el chocolate no pierda el brillo que caracteriza a los bombones.
La receta de hoy no puede ser más fácil y además para todos los públicos. Taaaan atractiva que los más pequeños querrán hacerla solos. ¡¡Pues tranquilos porque podrán!!
Preparamos la gelatina. Poner todos los ingredientes en un cazo a fuego lento, sin dejar de remover durante unos 10 minutos sin dejar que hierva. Una vez que tengamos la mezcla sin grumos, la vertemos sobre las cavidades del molde sin llegar al borde y metemos en el frigorífico durante unas horas hasta que se enfríe y cuaje.
Una vez sólida la gelatina, sacamos el molde del frigorífico. Derretimos más chocolate y cubrimos los orificios tapando por completo la gelatina y soldándolo con la otra capa de cobertura de chocolate. dejamos enfriar.
Una vez dura la cobertura desmoldamos y servimos.
Cuando no hay tiempo y además es complicado rascar un hueco al final siempre prescindes de lo que, de una u otra manera, te quita más horas al día. En mi caso he de reconocer que el blog es lo que últimamente más de lado he dejado, tanto es así que el mes pasado no publiqué ni una sola receta. Ha sido un mes complicado por la falta de tiempo, demasiadas cosas a las que dedicar atención, así que al final este pobre es el más sacrificado...
Como no quiero pasar otro mes sin publicar una receta nueva, y el verano es muy complicado, voy a arrancar este mes con un dulce muy dulce que, prometo, os va a gustar.
Una de mis típicas me dijo al ver la foto que parecía un pionono gigante y así es, pero no lo es. Aunque la mezcla de los sabores puede asemejarlo bastante a ese dulce granadino tan característico. Puede parecer complicado, pero no lo es, así que daros el gustazo y no os preocupéis por la operación bikini.... ¡¡no merece la pena, de verdad!!
Y si no tenéis un soplete, os recomiendo que os hagáis con uno porque además de no ser muy caros, merecen la pena por preparar dulces como este. ¿Habéis visto que brillo le da el azúcar tostado? Y ya no os digo nada del sabor....
Ingredientes
Para el bizcocho
300 gr de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
Una pizca de sal
160 ml de leche
120 ml de nata líquida
1 cucharadita de pasta de vainilla (yo Home Chef)
160 gr de mantequilla a temperatura ambiente
360 gr de azúcar
2 huevos
Para la cème brûlée
230 ml de nata líquida
160 ml de leche
4 yemas de huevo
120 gr de azúcar
70 gr de Maicena (harina fina de maíz)
Una pizca de sal
1 cucharadita de pasta de vainilla (yo Home Chef)
Precalentar el horno a 180º. Engrasar un molde desmoldable de 22 cm
Tamizamos la harina, la levadura y la sal. Reservamos.
En un bol mezclamos la leche, la nata líquida y la pasta de vainilla. Reservamos.
Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que blanquee y obtengamos una crema suave. Añadimos el huevo y seguimos batiendo hasta que la mezcla esté perfectamente integrada.
Añadimos la mitad de la mezcla de harina y batimos. Añadimos la mitad de los líquidos y batimos de nuevo. Repetir con la otra mitad de las mezclas.
Echamos la mezcla en el molde y metemos en el horno durante unos 45 minutos o hasta que al pinchar con un palito este salga limpio.
Sacamos del horno y colocamos sobre una rejilla para que enfríe por completo.
Vamos preparando la crema; calentamos en un cazo, a fuego medio, la leche, la nata, la mitad del azúcar, la pizca de sal y la cucharadita de pasta de vainilla, removiendo de vez en cuando. Cuando empiece a hervir lo retiramos del fuego. Reservamos.
En otro cazo ponemos las yemas y el resto del azúcar y removemos hasta mezclarlo bien. Añadimos la harina de maíz (Maicena) y removemos hasta que quede totalmente integrada. Ponemos a fuego lento y vamos añadiendo la mezcla de leche muy poco a poco, sin parar de remover para que no se formen grumos, hasta que espese (la textura tiene que ser la de una bechamel).
Una vez frío el bizcocho, desmoldamos y colocamos sobre una bandeja. Cubrimos con la crema y alisamos con una espátula. Espolvoreamos con azúcar por toda la superficie y quemamos con ayuda de un soplete.
Fuente: Megasilvita
Te recomiendo también estos bizcochos rellenos de cremas o con coberturas