Cuando no hay tiempo y además es complicado rascar un hueco al final siempre prescindes de lo que, de una u otra manera, te quita más horas al día. En mi caso he de reconocer que el blog es lo que últimamente más de lado he dejado, tanto es así que el mes pasado no publiqué ni una sola receta. Ha sido un mes complicado por la falta de tiempo, demasiadas cosas a las que dedicar atención, así que al final este pobre es el más sacrificado...
Como no quiero pasar otro mes sin publicar una receta nueva, y el verano es muy complicado, voy a arrancar este mes con un dulce muy dulce que, prometo, os va a gustar.
Una de mis típicas me dijo al ver la foto que parecía un pionono gigante y así es, pero no lo es. Aunque la mezcla de los sabores puede asemejarlo bastante a ese dulce granadino tan característico. Puede parecer complicado, pero no lo es, así que daros el gustazo y no os preocupéis por la operación bikini.... ¡¡no merece la pena, de verdad!!
Y si no tenéis un soplete, os recomiendo que os hagáis con uno porque además de no ser muy caros, merecen la pena por preparar dulces como este. ¿Habéis visto que brillo le da el azúcar tostado? Y ya no os digo nada del sabor....
Ingredientes
Para el bizcocho
300 gr de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
Una pizca de sal
160 ml de leche
120 ml de nata líquida
1 cucharadita de pasta de vainilla (yo Home Chef)
160 gr de mantequilla a temperatura ambiente
360 gr de azúcar
2 huevos
Para la cème brûlée
230 ml de nata líquida
160 ml de leche
4 yemas de huevo
120 gr de azúcar
70 gr de Maicena (harina fina de maíz)
Una pizca de sal
1 cucharadita de pasta de vainilla (yo Home Chef)
Precalentar el horno a 180º. Engrasar un molde desmoldable de 22 cm
Tamizamos la harina, la levadura y la sal. Reservamos.
En un bol mezclamos la leche, la nata líquida y la pasta de vainilla. Reservamos.
Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que blanquee y obtengamos una crema suave. Añadimos el huevo y seguimos batiendo hasta que la mezcla esté perfectamente integrada.
Añadimos la mitad de la mezcla de harina y batimos. Añadimos la mitad de los líquidos y batimos de nuevo. Repetir con la otra mitad de las mezclas.
Echamos la mezcla en el molde y metemos en el horno durante unos 45 minutos o hasta que al pinchar con un palito este salga limpio.
Sacamos del horno y colocamos sobre una rejilla para que enfríe por completo.
Vamos preparando la crema; calentamos en un cazo, a fuego medio, la leche, la nata, la mitad del azúcar, la pizca de sal y la cucharadita de pasta de vainilla, removiendo de vez en cuando. Cuando empiece a hervir lo retiramos del fuego. Reservamos.
En otro cazo ponemos las yemas y el resto del azúcar y removemos hasta mezclarlo bien. Añadimos la harina de maíz (Maicena) y removemos hasta que quede totalmente integrada. Ponemos a fuego lento y vamos añadiendo la mezcla de leche muy poco a poco, sin parar de remover para que no se formen grumos, hasta que espese (la textura tiene que ser la de una bechamel).
Una vez frío el bizcocho, desmoldamos y colocamos sobre una bandeja. Cubrimos con la crema y alisamos con una espátula. Espolvoreamos con azúcar por toda la superficie y quemamos con ayuda de un soplete.
Fuente: Megasilvita
Te recomiendo también estos bizcochos rellenos de cremas o con coberturas
Qué buena idea dos postres en uno¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Se ve delicioso.
ResponderEliminarQué pinta chiquilla, se me ha antojado!!
ResponderEliminarCon tu permiso me llevo la receta, qué ganas de hacerlo por favooooor.
Besotess