Extendemos la masa sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Echamos por encima el tomate escurrido. Pasamos el calabacín por el aliño de los tomates y repartimos encima de la masa.
El caso es que cuando le sobran de la comida las aprovecha para hacer tortilla. Ella lo tiene más fácil porque cuando va a hacerla ya tiene las patatas cocidas, con lo que ese paso se lo salta.... Sea como sea, yo la hice para cenar el otro día y no me resultó complicada. Aun teniendo que cocer las patatas tardé mucho menos tiempo en prepararla que una normal con la patata frita. Me gustó por el sabor y sobre todo porque, aunque lleve aceite, es mucho más ligera que la tradicional. La cantidad de aceite que se emplea es mucho menor.
Y como no me puedo estar sin hacer nada, aquí estoy de nuevo antes de lo previsto porque tengo muchas cositas para enseñaros, así que adelanto mi vuelta a los 'ruedos' y os dejo la primera receta de la nueva temporada. Las vacaciones me han sentado bien y vuelvo con las pilas cargaditas. Espero que disfrutéis con todas las nuevas recetas tanto como lo he hecho yo preparándolas... ¡¡¡Arrancamos!!!
Las moras para mermelada sí, no lo voy a discutir, y donde esté una buena confitura casera que se quiten todas las comerciales. Cuando además puedes disfrutar de ese fruto directamente de la morera mejor que mejor, y si además son tan tiernas y jugosas como las que nos surte nuestro arbusto pues ya para de contar.
El caso es que ya hice el año pasado mermelada de moras y, aunque no lo creáis aún tengo unos cuantos tarros para este año, así que esta vez las he utilizado para otros menesteres. Uno de ellos este gazpacho simple (muuuy simple), tanto que ni lo he llamado gazpacho sino sopa fría. Y gustó, la pega es que no estaba tan fresco como pretendí, pero las altas temperaturas no es que estén ayudando mucho que digamos... así que si os decidís a prepararlo tenerlo en la nevera hasta el momento de servirlo.
Ingredientes
1 kg de tomates maduros
100 gr de moras frescas
250 ml de agua fría
Aceite (no pongo cantidad porque depende de la densidad del aceite)
Vinagre
Sal
Pelamos y quitamos las semillas a los tomates. Picamos y echamos en el vaso de la batidora. Trituramos hasta que no quede ningún trozo. Añadimos el agua poco a poco (depende de lo maduros que estén los tomates necesitaréis más o menos cantidad) hasta que obtengamos la textura deseada (esto va en gustos... más o menos espeso).
Incorporamos las moras y trituramos de nuevo. Poco a poco vamos echando aceite y batimos para emulsionar la mezcla.
Una vez estén los dos líquidos bien integrados añadimos el vinagre y la sal. Probamos y rectificamos según os guste.
Servir bien frío.
Otros gazpachos y cremas frías con fruta
El caso es que la cebolla caramelizada de la semana pasada está muuuuy buena. Tanto que ya he hecho un par de kilos y he envasado al vacío para tenerla a mano cuando tenga antojo de ella. Sobró una poca que no me daba para un bote entero y encendí el horno. Sí.... estoy loca, lo sé, pero hay cosas que no se pueden dejar para otro momento, y eso pasó con la cena de hace unos días. Bueno... en realidad ha ocurrido más de una vez, pero las dos recetas que hice y para las que tuve que encender el horno y 'sufrir' el calor extra han merecido realmente la pena. Hoy os dejo esta, a la vuelta de mis vacaciones prometo publicar la otra. Y os aseguro que no podréis resistiros a ninguna de ellas.... y las haréis... aunque tengáis que pasar un extra de calor.
A caramelo. Ese es el sabor que se aprecia al primer bocado de esta pizza y que mi hijo pequeño repitió una y otra vez hasta que se terminó el pedazo que se puso en el plato para cenar. Pero no sólo a caramelo; el queso de Hinojosa y los pimientos del Padrón son otros dos sabores potentes en esta pizza que surgió de la mezcla de 4 cosas que había por la nevera y que mi cuñado y yo sentenciamos sin saber cuál iba a ser el resultado. Sólo puedo deciros que no comimos más porque no había...
Ingredientes
Para la masa
375 gr de agua templada
75 gr de aceite de oliva
15 gr de levadura fresca de panadero
600 gr de harina de fuerza
80 gr de harina precocida de maíz
2 cucharaditas de sal
2 cucharaditas de orégano
Sémola de trigo
Para el relleno
4 cucharadas de tomate natural rallado
4 lonchas de queso tierno
1 tomate entero
4 rodajas de piña en su jugo
100 gr de queso de Hinojosa
Cebolla caramelizada (la receta aquí)
Pimientos del Padrón
Jamón ibérico
La masa de la pizza está hecha con la Thermomix (la receta es de La Juani de Ana Sevilla), pero podéis hacerla amasando a mano, pero no olvidéis calentar antes un poco el agua y el aceite para poder deshacer bien la levadura.
Ponemos el agua y el aceite en el vaso de la Thermomix y programamos 2 min., 37º, vel. 1. Añadimos la levadura y programamos 4 seg., vel. 4.
Incorporamos la harina de fuerza, la harina precocida de maíz, la sal y el orégano y progrmamos de nuevo 4 min. vel. Espiga.
Volcamos la masa en un bol amplio y tapamos con un paño. Dejamos levar, en un sitio cálido, hasta que doble su volumen.
Cuando haya levado, dividir la masa en dos mitades (yo congelo una porque sale muy grande).
Estiramos una de las mitades sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Espolvoreamos la superficie con la sémola de trigo.
Precalentamos le horno a 200º.
Rallamos un tomate, partimos el otro en rodajas muy finas, rallamos el queso de Hinojosa, troceamos la piña y partimos un poco de jamón ibérico. Reservamos.
Untamos la superficie de la masa con el tomate natural y cubrimos con las lonchas de queso tierno. Repartimos el tomate en rodajas por la masa y echamos unas cucharadas de cebolla caramelizada. Colocamos la piña y los pimientos por encima. Espolvoreamos un poco de sal y metemos al horno 15 minutos.
Pasados esos minutos abrimos el horno y colocamos encima el jamón. Dejamos hornear 5 minutos más. Sacamos del horno y servimos caliente
Otras pizzas con JAMÓN IBÉRICO
Edito. Con esta pizza participo en el colaborativo 'Mis 12 mejores recetas del 2016' de Kidsandchic