Llegas un día a casa ya sabiendo que en la lista de la compra tienes que apuntar albahaca fresca y parmesano porque este risotto no puede defraudar a nadie. ¿A quién no le gusta el clásico arroz con tomate de tooooda la vida? Vaaaale, a mi madre, pero porque ella y el tomate no han sabido entenderse nunca, y no lo entiendo.... con lo buenísimo que está.
No tiene ninguna complicación. Lo más difícil de este plato es la salsa de tomate casera y el punto del arroz. Vamos.... dificultad cero. Que si dejo a mi hijo mayor al mando del risotto me lo borda, estoy segura.
A estas alturas yo ya he aprovechado los tomates maduros de fin de temporada que nos da la huerta y he comprado más para preparar salsa para todo el año y de esta forma siempre tengo en la despensa tarros listos para usar. Y que además está más rico, mucho más, que el comercial. Merece la pena pegarse la paliza un par de días tomateando sin parar para poder disfrutar de ese sabor tan bueno hasta la próxima temporada.