Las torrijas de esta historia están presentes cuando el abuelo Melchor viaja a Madrid a intentar medrar para sacar a su hija de la cárcel en la que han metido a las mujeres gitanas. Melchor come en diferentes posadas y le sirven rebanadas de pan duro remojadas en vino, fritas y espolvoreadas de azúcar y canela.
Así que voilà. Yo también las he remojado en un poquito de alcohol. Baileys. Porque sí. Porque me apetecía tomar unas torrijas diferentes. Porque estamos en Semana Santa. Y porque me han quedado tan ricas que merece la pena tener dos recetas de torrijas publicadas (casi) a la vez....
9 comentarios
Y van tres raciones de torrijas! Como para no prepararlas jejejejeeje. Me apunto el libro, lo habia visto y no me decidia pero ahora si!
ResponderEliminarQué torrijas tan ricas! Si de normal ya están buenísimas, con un toque de baileys aun mejores. Un sauldo :)
ResponderEliminarDeliciosa receta, besos.
ResponderEliminarSin duda 'buenísimas'. Las probaré. Me ha encantado la receta.
ResponderEliminarSe ven deliciosas.
Pasa un Buen Día.
Sil
Si las torrijas están buenas, con bayleis ya deben salirse. Muchas gracias por la receta.
ResponderEliminarSi las torrijas están buenas, con bayleis ya deben salirse. Muchas gracias por la receta.
ResponderEliminarQue buenas son las torrijas, sean de lo que sean, y estas se ven divinas! Besitos!
ResponderEliminarQué ricas madre mía!!! de café no las hice nunca, pero quedan en pendientes para probarlas
ResponderEliminarBesos
qué originales estas torrijas con café y Baileys !!!
ResponderEliminarbesos,