Han abierto una pescadería familiar en mi barrio.
Es una de esas en las que te atienden sin prisas y que miman el pescado como si de un hijo se tratase; que lo acarician mientras buscan espinas camufladas para que los peques no se traguen ninguna por accidente. Que te limpian las espinas para que puedas preparar un caldito limpio de impurezas. De esas en la que los productos son nacionales. De esas en las que te enseñan casi hasta el carnet de identidad de la pieza que te llevas para casa para que veas que no hay ni trampa ni cartón.
Sí. Una de esas...
Ahora casi no salgo de ahí. ¡¡Qué producto!! La semana pasada compré salmón y unos calamares y como me había limpiado muy bien la espina de un lenguado que hice filetes pues la aproveché para preparar un fumet. El caso es que olía taaaaaan rico que cambié los planes de comida de ese día y la lié con este arroz que quedó de rechupete.
Arroz integral. Ya no uso otro. Sin procesar. Y el resultado os garantizo que es igual de bueno que si lo preparáis con arroz blanco. Vamos, que no vais a notar ninguna diferencia.
¿Vamos con la receta? Venga, que ya tenéis la comida de hoy.... o de mañana.