De viaje. Con una delicia en el coche que igual nos sirve para poner de entrante en una cena, que para picar, para tomar a media mañana, de aperitivo...
Los amantes del queso correréis, como hice yo, a preparar la receta. Y no podréis aguantaros hasta el día siguiente para probarlo. No lo hagáis. No esperéis. Yo lo probé, un poquito, lo confieso, a las dos horas de haberlo hecho. Aunque lo dejé reposar y no lo comimos en condiciones hasta el día después.
Listo. Voy a por otro trocito mientras leéis la receta... bueno, a por otros dos. Si no tenéis thermomix, no preocuparse, con una batidora y una cazuela obtendréis el mismo resultado, aunque con un poco más de paciencia.
Los amantes del queso correréis, como hice yo, a preparar la receta. Y no podréis aguantaros hasta el día siguiente para probarlo. No lo hagáis. No esperéis. Yo lo probé, un poquito, lo confieso, a las dos horas de haberlo hecho. Aunque lo dejé reposar y no lo comimos en condiciones hasta el día después.
Ingredientes
50 grs de nata (35 % de materia grasa)250 grs de queso camembert, con la corteza cepillada
60 grs de queso cremoso
30 grs de pistachos sin sal
30 grs de piñones
30 grs de nueces peladas
Forramos con film transparente un molde de unos 20 x 20 cm.
Vamos a utilizar la thermomix para hacerlo aún más sencillo. Ponemos en el vaso la nata y el camembert; programamos7 min, 90º, vel 1.
Añadimos el queso cremoso y programamos 30 segundos, vel 5.
Incorporamos los pistachos, piñones y nueces. Programamos 20 segundos, giro a la izquierda, vel 2.
Vertemos la crema en el molde, extendemos y, con ayuda del film formamos un rulo. Enrollamos y guardamos en el frigorífico de un día para otro.
Servimos cortado en rodajas y acompañado de tostas de pan tostado.